lunes, 1 de agosto de 2016

23/VII/2016 - Covarrubias I






Aquí, y así, amanecimos ese buen día, en lo más alto, en el castillo de Peñafiel. La noche anterior ‘DeKanteo’ participó en el Festival 'Youth Wine Festival', y decidimos ir con la caravana para adelantar camino.

El ambiente y el lugar no podían ser mejores así que, disfrutamos de una estupenda noche de conciertos y bailes junto a 'Lost Children', 'Let's Jcj', y 'Kkummyeon-pop Cover Group'.





Cada día es un nuevo espectáculo así que, tras capturar la atmósfera de la mañana en este vídeo tan ventoso, partimos raudos hacia Covarrubias, con la sonrisa dispuesta y la certeza de que nos esperaban muchas, muchas sorpresas…

El camino hacia el Norte siempre es agradable. Da gusto sentir cómo el verde desplaza poco a poco al amarillo: los ojos y todo lo que está detrás, lo agradecen.

Teníamos muchas ganas de actuar en Covarrubias. Estuvimos por primera vez el año pasado y fueron unos días inolvidables. Allí conocimos a Álvaro, nuestra quinta columna, el insigne guía de la Colegiata de San Cosme y San Damián. Podéis preguntarle cualquier cosa porque Álvaro lo sabe todo: de Covarrubias y de la vida en general. Así hicimos nosotros. No recuerdo exactamente qué le preguntamos el año pasado. El caso es que aquella inocente pregunta dio paso a muchas más...
Pero prosigamos camino, que aún no hemos llegado.

De camino a Covarrubias, es obligado parar en Lerma: un buen lugar para recuperar fuerzas, pasear, y de paso, hacerse con unas buenas conservas norteñas. El casco histórico exige caminarlo con calma, tanto por las cuestas, como por los innumerables rincones que oculta. El comercio local es muy interesante, dedicad un tiempo a curiosear.

Una vez aprovisionados y almorzados, salimos hacia Covarrubias para llegar cuanto antes y poder descansar algo antes de la función. Llegamos con unas tres horas de antelación, fuimos al arrabal de San Roque, localizamos el lugar donde había de celebrarse la representación, y aparcamos la caravana.

Todo era perfecto, un lugar tranquilo, silencioso, con sombra y el tiempo suficiente como para echar una siesta reparadora. Y eso hicimos: nos acostamos tranquilos y confiados. No se si fue Laura quién lo soñó, o fui yo, el caso es que cuando despertamos el dinosaurio se había convertido en un coche aparcado en el santo medio. Es realmente difícil que esto ocurra en un lugar tan tranquilo como es el barrio de San Roque. Para llegar a él, hay que cruzar el Arlanza y dejarse llevar a la derecha. Allí, hay un conjunto muy bien cuidado, vivo, de casas al más puro estilo tradicional. Algo alejado del trasiego turístico, el ambiente que allí se respira es de auténtico pueblo, con niños en bicicleta y barbacoas a la puerta de casa.

Aquel meteorito que había caído justo delante de la caravana no iba a detenernos. Nos las ingeniamos y conseguimos reorientar la escena, es lo bueno de actuar en la calle: todo es escenario.

La asociación cultural ‘Amigos de la Música’ hizo un gran trabajo de difusión y aquello ya estaba lleno de público un buen rato antes. El público de Covarrubias es un público abierto a todo lo nuevo, muy curioso, y por tanto, muy exigente. La comarca del Valle del Arlanza tiene la suerte y el mérito de tener una amplísima oferta cultural, y no sólo durante el verano, sino durante todo el año.

La actuación fue todo un éxito. Esa noche ya sólo quedaba disfrutar de una buena cena y descansar...
(Continuará...)


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